Los photocall están de moda. ¡Y no es para menos! En su definición original se considera un espacio privilegiado que ocupan las celebridades a su entrada a un evento donde los fotografían delante de un fondo en el que aparece la marca patrocinadora. En las bodas, más o menos, viene a ser lo mismo: los novios, como “patrocinadores”, hacen aparecer sus nombres o fotografías en una estructura que montamos nosotros mismos y hacen pasar a todas sus “celebridades” que posan en grupo y en solitario. Tal vez descubrimos el factor diferencial en la boda de Jesús y Puy que celebraron el pasado 11 de septiembre en Arnedo y Calahorra (La Rioja). Con detalles referentes a los clicks de playmobil, en los que basaban diferentes elementos del enlace, construimos un photocall en el Restaurante Chef Nino. Probablemente las ganas de fiesta de los invitados ayudaron, pero el resultado de sus posados junto con los disfraces con los que jugaban nos brindaron un rato muy muy divertido, tanto a los fotógrafos como a los invitados. Además, las fotografías son frescas, espontáneas y originales. Fue una parte del evento muy entretenida, una verdadera fiesta.
El photocall es un buen sistema para instalar una especie de fotomatón donde sacar instantáneas en las que prevalecen las personas con las que se celebra el día, interactuando entre ellas y celebrando, de manera que la naturalidad y la familiaridad están presentes en todas las fotografías. |
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